Personas carismáticas
- dua.com Team ·
- 30.08.2022 ·
- General ·
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Las personas carismáticas nos hacen sentir inmediatamente importantes y especiales. Basta con que estas personas entren en la habitación para que todo lo demás adquiera un brillo especial. No siempre podemos dar un nombre a este sentimiento, pero entendemos que este tipo de personas son carismáticas por naturaleza.
Afortunadamente, todos podemos ser carismáticos. El carisma no tiene que ver con nuestro nivel de éxito, ni con nuestras habilidades de presentación, ni con cómo vestimos, ni con la imagen que proyectamos: el carisma tiene que ver con lo que hacemos. He aquí algunos rasgos que distinguen a las personas carismáticas, pero que tú también puedes hacer tuyos:
Escuchar más, hablar menos
Hacer preguntas. Mantén el contacto visual. Sonreír. Fruncir el ceño. Apruebe. Responda: haga todo esto con su lenguaje corporal. Es todo lo que necesitas para demostrar a la otra persona que es importante. Cuando hables, no des consejos a menos que te los pidan. Escuchar demuestra que te interesa más conocer a los que te rodean que a ti mismo. Habla sólo cuando tengas algo importante que decir.
No practiques la escucha selectiva
Algunas personas -te garantizo que conoces a algunas así- no quieren escuchar palabras u opiniones de alguien a quien consideran inferior. Por supuesto, puedes hablarles, pero será inútil porque no te prestarán atención. Las personas carismáticas escuchan atentamente a todo el mundo. Independientemente de la posición, el estatus social o el nivel de la otra persona, la persona carismática te hace sentir que tienes algo en común con ella.
Concéntrate en la persona que tienes delante
No mires el teléfono. No mires la pantalla del ordenador. No te centres en nada más, ni siquiera por un momento, que en la persona con la que estás hablando. Nunca llegarás a conectar con los demás si estás ocupado con otras distracciones. Dedícale toda tu atención. Al prestarles tu atención, los demás querrán estar cerca de ti.
Da siempre antes de recibir – incluso cuando sepas que nunca recibirás
Nunca pienses en lo que puedes ganar de los demás. Céntrate en lo que puedes ofrecer. Dar es la única forma de crear una conexión y una relación verdaderas. Céntrate y demuéstrales que la única persona que realmente te importa en ese momento es aquella con la que estás hablando.
No te tomes demasiado en serio
Las únicas personas a las que impresiona tu pomposidad y arrogancia son las que tienen tus mismas cualidades. El resto no lo sabrá y ni siquiera le importará. Eres antipático y desagradable. Y sinceramente, no te verás cara a cara cuando entres en la habitación.
Esté abierto a aprender de los demás
Aunque estés convencido de que sabes algo más que los demás, recuerda que la experiencia de todos cuenta. No se aprende nada de uno mismo, sólo de los demás. Todo el mundo, sea quien sea, sabe cosas que tú no sabes. Al no saber lo que saben los demás, te permites ver las cosas desde una perspectiva diferente.
Elogia los valores de los demás
A nadie se le reconoce lo suficiente. A nadie. Dígale a la gente lo que hace bien. Anima a la persona que tienes enfrente destacando sus valores. No sólo apreciarán tus elogios, sino también el hecho de que te preocupes lo suficiente como para prestar atención a lo que hacen.
Elige bien tus palabras
Las palabras que utilizas afectan a la actitud de los demás, y esto luego te afecta a ti. Por ejemplo, no es necesario ir a una reunión sino conocer personalmente a cada persona. Un día conoces a alguien y al día siguiente hablas con otra persona. Todos queremos relacionarnos con personas felices, entusiastas y realizadas. El enfoque que adopte y las palabras que elija pueden ayudar a otras personas a sentirse mejor consigo mismas y, a su vez, usted se sentirá mejor consigo mismo.
No comentes los fracasos de los demás
A todos nos gusta escuchar o cotillear un poco. El problema es cuando se convierte en acoso o burla hacia una tercera persona. No te rías de los demás. Cuando haces algo así, la gente de tu alrededor se preguntará si alguna vez te ríes también a su costa.
Comparte tus fracasos sin avergonzarte
Las personas de gran éxito suelen parecer carismáticas sólo porque tienen éxito. La palabra clave es parece. No hace falta tener un éxito increíble para ser carismático. Basta con ser uno mismo, es decir, original, para ser carismático. Sé humilde. Comparte tus altibajos con los demás. Admita los errores que cometió y demuestre lo mucho que valieron como lección. Y por último, ríete de ti mismo. Gustarás más a la gente porque entenderá que tu carisma es real y no falso.